Introducción

imagen temperamentos

Los instrumentos de tecla y cuerdas, como el clavecín y el clavicordio, son susceptibles a cambios de temperatura que ocasionan que la madera se contraiga y expanda, por lo que hay que afinarlos regularmente. Es importante que todo clavecinista sepa como afinar su instrumento en los distintos sistemas de afinación y temperamento de cada estilo y periodo correspondiente a la música que interpreta.

Afinación y temperamento son dos términos distintos que frecuentemente se toman por sinónimos, o bien, su significado es malentendido. En los instrumentos antiguos de tecla, afinar es un proceso en el que, partiendo de un sonido de referencia, se logra que las alturas de sus sonidos mantengan una relación predeterminada entre sí. Este sonido debe ser igual a alguno de los sonidos estándar de referencia.

Dependiendo de las características del instrumento, se acostumbran varios sonidos de referencia estándar.

La 440 Hz
La 415 Hz
La 430 Hz

La relación que deberán guardar entre sí los doce sonidos de una octava en un instrumento de tecla se determina por el temperamento, que es un procedimiento de ajuste del tamaño de los intervalos que conforman la octava. Es necesario temperar o ajustar los intervalos debido a que es aritméticamente imposible construir una octava que contenga doce intervalos puros.

Partiendo de que podemos expresar un intervalo como la proporción de las frecuencias de los dos sonidos que lo comprenden, obtenemos la siguiente relación:

Intervalo Proporción
Octava 2 : 1
Quinta 3 : 2
Cuarta 4 : 3
Tercera mayor 5 : 4

Si intentamos construir una octava a partir de intervalos puros, surgirá una discrepancia entre la frecuencia de la “octava” así obtenida y la frecuencia de la octava pura, que está formada por dos sonidos cuyas frecuencias se diferencian por un factor de 2.

Las discrepancias que se forman en las distintas combinaciones interválicas “equivalentes” son:

Intervalos Proporción del intervalo Proporción de la discrepancia Escucha la discrepancia
(3/2)12=129.764 129.764/128
Coma pitagórica
7 octavas puras 27=128
(3/2)4=81/16 81/80
Coma sintónica
Dos octavas y una tercera mayor 2*2*5/4=80/16
(5/4)3=125/64 128/125
Coma enarmónica o diësis
Una octava 2/1=128/64

Un temperamento divide la coma pitagórica o la coma sintónica entre los doce intervalos de la escala, lo que da lugar a resultados muy diversos. Es posible hacer combinaciones infinitas que producen temperamentos con los que se ha experimentado a lo largo del tiempo. Sin embargo, solamente algunos temperamentos pueden considerarse como representativos de cada época de la historia musical.

Coma pitagórica
Coma sintónica
Periodo Temperamento Características principales
Medieval Afinación Pitagórica Quintas puras, terceras amplias de sonoridad pobre tratadas como disonancias, una quinta del lobo
Renacimiento Mesotónico de 1/4 de coma Terceras puras y quintas pobres
Barroco temprano Mesotónico de 1/6 de coma, mesotónico de 1/4 de coma, temperamento mesotónicos modificados (Zarlino, Sauveur) Terceras puras y quintas pobres, modulación limitada Las terceras y las sextas eran los intervalos más importantes y eran consonantes
Barroco tardío “Buenos” temperamentos alemanes: Werckmeister III, Kirnberger III Italianos: Tartini/Vallotti Franceses: Chaumont, Corrette, D’Alembert-Rousseau La pureza de las sextas y terceras se sacrifica para poder tocar en todas las tonalidades y obtener distintos “colores” y “afectos” tonales
A partir del siglo XIX Temperamento Igual Quintas ligeramente temperadas y terceras amplias, sin colorido tonal

Por sus características, los temperamentos se clasifican en dos familias principales:

Regulares Irregulares
La coma se reparte entre todas las quintas, ya que están temperadas en la misma proporción con excepción de la quinta del lobo. Los acordes y tonalidades suenan igual mientras no incluyan al intervalo del lobo. La proporción de la coma se reparte de distintas maneras entre todas las quintas, beneficiando a las más comunes para que tengan mayor consonancia. No hay quinta del lobo. También son llamados “Buenos Temperamentos”.

Para afinar cada temperamento, hay uno o varios procedimientos que abordaremos en este sitio y que podrás practicar en la aplicación Temperamentum.

A continuación, se decribe el proceso de afinación del instrumento paso a paso:

Clavija
Clavija

  1. Retira la tapa y el atril.
  2. Elige el registro de 8’ del frente (del juego de clavijas más cercano al afinador).
  3. Establece el temperamento en una octava (varía según el proceso a seguir, mínimo una octava).
  4. Afina el resto del teclado en ese registro en octavas paralelas.
  5. Acopla y afina en unísonos el registro posterior de 8’ con referencia al que acabas de afinar.
  6. Desacopla y afina el registro de 4’ (si es que el instrumento lo tiene) contra el registro de 8’ del frente.
  7. Revisa la afinación tocando con las dos manos en octavas por todo el teclado con todos los registros enganchados.

Algunas recomendaciones generales para lograr una afinación estable y eficiente son:

  • Mantener el instrumento alejado de la luz directa del sol y de fuentes extremas de calor o frío como el aire acondicionado, calentadores, corrientes de aire, etc.
  • Usar una llave de afinar en T en buen estado.
  • Mantener una postura correcta al afinar: recargar siempre el antebrazo y el codo.
  • Al afinar, no empujar la llave sino girarla suavemente.
  • Escuchar con cuidado y atención.

Llave de afinar en T
Llave de afinar en T